LUNES, 28 DE ABRIL DE 2025

NICODEMUS (Jn 3,1-8)
Rezar:
Oh Jesús, ayúdame a crecer en la fe.
Imaginación:
Imagínate a Nicodemo hablando con Jesús.
Contexto:
Nicodemo aparece en tres relatos diferentes del Evangelio de Juan. En esta meditación, utilizaremos las tres porque muestran su crecimiento en el discipulado.
Texto del Evangelio: (Leer despacio, si es posible en voz alta)
Escena primera (Jn 3,1-10): Nicodemo, fariseo y jefe de los judíos, se acercó a Jesús de noche y le dijo: "Rabí, sabemos que eres un maestro venido de Dios, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces si Dios no está con él." Jesús respondió: "Nadie puede ver el Reino de Dios si no ha nacido de lo alto." Como Nicodemo no entendía, Jesús prosiguió: "Nadie puede entrar en el Reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu." Nicodemo respondió: "¿Cómo puede suceder esto?". Jesús respondió: "Tú eres maestro es Israel, ¿y no entiendes esto?".
Segunda escena (Jn 7,50-56): Los fariseos acusaban a Jesús. Nicodemo, que se le había acercado antes, les dijo: "¿Acaso nuestra ley condena a una persona antes de oírla primero y averiguar lo que hace?". Ellos le respondieron: "Tú no eres también de Galilea, ¿verdad?".
Escena tercera (Jn 19,38-39): José de Arimatea, discípulo secreto de Jesús, vino y bajó el cuerpo de Jesús de la cruz. Nicodemo, el primero que había acudido a él de noche, vino también trayendo una mezcla de mirra y áloes que pesaba como cien libras".
Pensamientos: (Léalos todos. Reflexione sobre los que le atraigan).
- Temeroso de lo que pudieran pensar los demás, Nicodemo acude en secreto por la noche.
- No comprende plenamente a Jesús. Le llama "Rabí" y sólo sabe que es un maestro que realiza algunos signos.
- Este primer encuentro aparentemente no tiene ningún resultado. Nicodemo no hace ningún acto de fe y no se convierte en discípulo.
- En la segunda escena, adquiere un poco de audacia. Se enfrenta a los fariseos y habla en defensa de Jesús.
- En la escena final, Nicodemo se despoja de todos sus temores y demuestra públicamente que ama a Jesús.
- Ahora es discípulo y una ayuda importante en el entierro de Jesús.
Afectos. (Cuando uno te llegue al corazón, usa tus propias palabras).
- Jesús, no te conozco del todo.
- Mis poderes naturales no pueden comprenderte.
- Estoy lleno de temores, pero deseo acudir a Ti.
- Tranquiliza mi corazón y revélate.
- Siembra en mí tus semillas de conversión.
- Reclama mis pensamientos y sentimientos para ti.
- A medida que crezca tu presencia, me volveré audaz.
- Algún día diré abiertamente al mundo que soy Tu discípulo.
Propósitos: (Posiblemente quiera hacer los suyos propios).
+ Prestaré atención a las mociones interiores de Dios.
+ Creceré en el discipulado, aunque sea a escondidas de los demás.
Pensamiento del día: (Para recordar tu meditación.)
El que vino sólo de noche, más tarde se unió a Jesús en su cruz.