SÁBADO 22 DE MARZO DE 2025 SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA

EL HIJO PRODIGAL (Lc: 15,11-32)

Rezar:

Oh Padre Celestial, que nunca salga de tu casa.

Imaginación:

Imagínate a Jesús con sus discípulos.

Contexto:

Esta es una "Parábola del amor del Padre" y está sacada de la vida real. Muchos jóvenes hijos solteros (menores de veinte años) pidieron su herencia para salir de Palestina y superarse. Este hijo, sin embargo, pierde su dinero y vuelve a casa. La respuesta del padre no es razonable, pero refleja la forma en que Dios nos trata.

Texto del Evangelio: (Leer despacio, si es posible en voz alta)

Un hombre tenía dos hijos. El menor dijo: "Padre, dame mi herencia". Después de recoger sus cosas, se fue a un país lejano. Sin embargo, malgastó su dinero viviendo imprudentemente. Cuando lo había perdido todo, estalló una hambruna y el hijo consiguió trabajo alimentando cerdos. Le hubiera gustado llenarse la barriga con su comida, pero nadie se la dio.

Pensamientos: (Léalos todos. Reflexione sobre los que le atraigan).

1. Esta escena ocurre muy a menudo. Un joven se siente insatisfecho y quiere irse.
2. Este deseo destruye el apoyo familiar que aún necesita.
3. El hijo rechaza la sabiduría del Padre y pronto su propia sabiduría le falla miserablemente.
4. El poder destructor del pecado destruye todo lo que tiene.
5. El resultado es un desastre total. Un hijo privilegiado se ha convertido en un hambriento pastor de cerdos. (La más baja de las ocupaciones).

Afectos. (Cuando uno te llegue al corazón, usa tus propias palabras).

• Oh Dios, cuántas veces mi deseo de libertad me ha llevado a decisiones espantosas.
• Demasiadas veces, Señor, he confiado en mi propia sabiduría.
• Oh Jesús, mis pasiones desenfrenadas me han llevado a problemas.
• Permitiste que mi situación se deteriorara.
• Me abandonaste a mis caprichos, para que me enfrentara a la realidad.
• Abandonar tu casa, Señor, y elegir mi propio camino me han llevado a las profundidades de las tinieblas, incluso a la depravación.

Propósitos: (Posiblemente quiera hacer los suyos propios).

+ Recordaré todas mis decisiones insensatas, asumiendo toda la responsabilidad por lo que he hecho.
+ No culparé a Dios por mi situación. Decidí irme de su casa.

Pensamiento del día: (Para recordar tu meditación.)

Consiguió trabajo alimentando a los cerdos.

(Para completar la parábola, pasa a la siguiente meditación).